la Ciudad de México, las autoridades les aseguraron que “por lo menos cuatro” sospechosos habían sido detenidos.
CIUDAD DE MÉXICO. — Los familiares de nueve personas con doble nacionalidad, estadounidense y mexicana, que fueron asesinadas en el norte de México el mes pasado dijeron el martes que el presidente Andrés Manuel López Obrador rezó con ellos por la seguridad del país y prometió visitar la región.
Julián LeBarón comentó que durante la reunión que la familia sostuvo el lunes con López Obrador y miembros de su gabinete en el Palacio Nacional de la Ciudad de México, las autoridades les aseguraron que “por lo menos cuatro” sospechosos habían sido detenidos en relación con los asesinatos ocurridos el 4 de noviembre.
“Simplemente agachamos la cabeza” y “rezamos por el presidente y el país, por la paz y la buena voluntad y para proteger a nuestros seres queridos y a nuestro país”, comentó LeBarón.
La familia extendida LeBarón ha vivido en el norte de México durante décadas y se identifica como mormona, aunque no está afiliada a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Fueron fuertemente criticados por luego de que pidieron al presidente estadounidense Donald Trump que designara a los cárteles de narcotráfico como organizaciones terroristas, algo que el mandatario dijo que haría.
Tres madres jóvenes y seis niños fueron asesinados en el ataque ocurrido cerca de los límites entre los estados norteños de Sonora y Chihuahua. Las autoridades han dicho que se sospecha que un cártel del narcotráfico fue el autor de la masacre, aunque al principio habían dicho que una de las camionetas de las madres había sido incendiada por accidente, cuando una bala dio en el tanque de gasolina.
LeBarón dijo que las autoridades les han confirmado que los agresores grabaron el incidente y que quemaron la camioneta en la que una de las mujeres, prima de él, y sus cuatro hijos fallecieron. Puntualizó que los familiares han visto el video.
Ahora, LeBarón trata de presionar para que se forme el tipo de organización local contra el crimen organizado que su comunidad en el estado de Chihuahua creó en 2009, luego de otro ataque perpetrado por hombres armados de un cártel de droga.
Vislumbra comunidades que tengan permitido formar un pelotón, delegar ciudadanos y portar armas para combatir las incursiones de los cárteles.